miércoles, 30 de diciembre de 2015

CHIRCHE - EL JARAL - CHIRCHE (Por Casa Ramallo)


CHIRCHE - EL JARAL - CHIRCHE 
(Por el Barranco Rodrigo y Casa Ramallo)

Señalización en Chirche.
FICHA TÉCNICA:

TÉRMINO MUNICIPAL: Guía de Isora. 
COMO LLEGAR: Al Caserío de Chirche llegaremos desde el núcleo urbano de Guía de Isora, que lo atraviesa la carretera TF-82, tomando la Calle Agrupación Musical Isorana que asciende directamente hasta el sitio, pasando antes por el Caserío de Aripe. 
COMIENZO: Caserío de Chirche. 
FINAL: Mismo lugar. 
DIFICULTAD: Baja. 
DURACIÓN: 5 horas. 
LONGITUD: 7,5 Km. 
PROVISIÓN DE AGUA: En los lugares poblados y en los canales que se cruzan con el camino, aunque esta última sirva solo para refrescarnos. 
LUGARES DE INTERÉS: Caserío de Chirche (BIC) e Iglesia de San Felipe Neri; Senderos homologados PR-TF-69 y SL-TF-206; Camino Real del Sur; Caserío El Jaral; Casa Ramallo. 
VENTAJAS: Recorrido con vistas panorámicas del valle que rodea Guía de Isora; Trayecto por caminos tradicionales con abundancia de elementos etnográficos.
INCONVENIENTES: En verano y con calor puede ser incómodo ya que apenas hay lugares que ofrezcan mucha sombra al mismo tiempo que caminamos. Fuera de los senderos homologados no hay ningún tipo de señalización. 
PELIGROSIDAD: En el trayecto que cruza el Barranco de Rodrigo el sendero es estrecho con algunos tramos algo expuestos. 
TIPO DE RUTA: Senderismo.+

PUEDES SEGUIR ESTA RUTA EN WIKILOC:


 

CARTOGRAFÍA

 

DESCRIPCIÓN:

El inicio de la ruta es en la Plaza principal del núcleo urbano de Chirche, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Histórico, por el numeroso patrimonio arquitectónico que atesora; la Iglesia de San Felipe Neri está situada en dicha plaza, que es el centro neurálgico del pueblo. 

 


Calzada en el Bco. de Chirche (i).

Subimos por la Calle San Felipe, haciendo caso de la señalización del PR-TF-69, dirección a Vera de Erques; enseguida giramos a la derecha para cruzar el Barranco de Chirche por una calzada empedrada que nos deja en la vertiente contraria donde desemboca el PR-TF-70 que viene por nuestra derecha y por el Camino de la Campana, desde Guía de Isora; nosotros seguiremos llaneando hacia la izquierda por una pista de tierra alejándonos del caserío; después la pista sigue en ascenso hacia la izquierda por el PR-TF-69 y nosotros continuaremos al contrario, a la derecha, para seguir junto a un estanque de agua y entre huertas de cultivo hacia una casa aislada que está situada en un collado, denominado La Asomadita que tiene vistas panorámicas hacia Montaña de Tejina (1057 m.), en los bordes y paredes de las huertas crecen Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Verodes (Kleinia neriifolia), Inciensos (Artemisia thuscula) y Vinagreras (Rumex lunaria). 

Cerca de La Asomadita.


Superada ésta, caminaremos unos metros en descenso por la pista hasta encontrar hacia la izquierda un sendero que cruza un barranquillo y que rodea unas huertas de cultivo, que camina con firme muy pedregoso conectando un poco más adelante con otro camino muy ancho y bordeado de un muro de piedra seca; a la izquierda veremos otra senda que es la que utilizaremos para el regreso ya que la ruta será circular. 

Camino delimitado por un muro de piedra seca.

 
Pinar de Pino Canario (Pinus canariensis).

Por este ancho camino, que va discurriendo por una loma que se alza entre dos barranquillos, iremos en descenso por firme rocoso, acompañados de un minúsculo pinar de Pino Canario (Pinus canariensis) que crece por los alrededores; el muro de piedra seca nos guiará en todo el recorrido delimitando el trayecto aunque el recorrido por el interior de la caja del camino sea bastante sinuoso, ya que al ser el firme tan irregular e inestable se ha hecho el paso por los lugares más compactos y sólidos. 

 
Vistas panorámicas.

Nos acompañará siempre una excelente vista panorámica del valle que se extiende bajo la Montaña de Tejina y hacia el municipio de Guía de Isora, que se vislumbra en su totalidad; la vegetación que podemos observar consta de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Verodes (Kleinia neriifolia), Bejeques (Aeonium arboreum), Gamonas (Asphodelus ramosus), Matorriscos (Lavandula canariensis) y un sinfín de especies características de las medianías del sur de la isla, así como pequeños pinares asentados en las cuencas de los barranquillos colindantes. Hay algunos tramos muy rocosos en los que tendremos que tener cuidado ya que tienen un desnivel considerable, otros son bastante pedregosos que traen consigo el riesgo de dar resbalones innecesarios. Más adelante y siempre en continuo descenso, veremos cómo se cruza una canalización de cemento que viene desde el cauce del barranquillo de nuestra derecha, llama la atención porque tiene un ancho muy delgado y seguramente no era para mucho caudal de agua, suponemos que era una infraestructura de un solo dueño para el riego de lo que parece que eran unas viejas huertas abancaladas, porque aún se distinguen algunos muros de piedra. 

Guía de Isora al fondo.

Seguimos el camino y esta vez nos fijaremos como se inicia una senda medio abandonada y luego cruza el mismo cauce para dirigirse hacia el Caserío de Aripe, del cual distinguimos a lo lejos su Iglesia; ignoramos dicho paso para seguir por nuestro camino, esta vez delimitado por el mismo muro que nos ha acompañado, pero en esta ocasión de una altura considerable; junto a algunas rocas más altas enraízan varios ejemplares aislados de Sabinas (Juniperus turbinata) rodeadas de Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Verodes (Kleinia neriifolia), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y cerca de algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis).

Sabina (Juniperus turbinata).


Seguimos el camino sin posibilidad de perder su rumbo, ya que su morfología sigue intacta, aunque el firme se vuelve algo incómodo de pisar ya que discurre muy pedregoso; cruzaremos un canal de agua que lleva el líquido elemento pudiéndolo aprovechar para refrescarnos; después un tramo largo y recto que nos hace cruzar de nuevo otra canalización distinta en la zona de El Charquillo, que también contiene agua. Vemos muy cerca el pueblo de Guía de Isora, la costa turística de Playa San Juan y en el horizonte la Isla de la Gomera; el camino continúa en descenso junto a una canalización en desuso que va dirección a la Presa de Vegueta, que también la vemos desde nuestra posición; enseguida veremos marcas pertenecientes al SL-TF-206 y como dicho recorrido se dirige por nuestra derecha hacia Guía de Isora; nosotros seguiremos en sentido contrario, que es también el Camino Real del Sur y avanzaremos descendiendo una de las laderas del Barranco Ramallo mediante un firme algo pedregoso combinado con restos de empedrado, aunque ya llegando al propio cauce nos encontraremos con un espacio un poco más estrecho y con firme compuesto de un restaurado adoquinado. 

  
Después de cruzar el Barranco Ramallo.

 SL-TF-206.

Cruzaremos dicho cauce y junto a la carretera TF-82, donde hay un poste con señales del SL, veremos el evidente sendero que asciende en zigzag por la ladera contraria del barranco, es el Camino Morro la Cruz que asciende en fuerte pendiente hacia el Caserío de El Jaral. Seguimos la marcha por el mismo, entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Pencones, Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Matorriscos (Lavandula canariensis) y algunos Granadillos (Hypericum canariense) y enseguida veremos una bifurcación a la derecha que es el Camino Real del Sur que se dirige hacia el Caserío de El Pozo, el cual ignoramos y continuamos avanzando en ascenso por el SL con firme rocoso y algo pedregoso donde podremos pisar ocasionalmente por algunos restos del empedrado original. 

Tramo empedrado en el Camino El Jaral.

Seguiremos hasta que veamos una valla que delimita unas huertas de cultivo, donde hay un estanque de agua y un corral de cabras y al mismo tiempo nos fijaremos a la derecha, después de rebasar una canalización, como se inicia el Camino de El Jaral, una senda empedrada que debemos de seguir, con el consiguiente hecho de abandonar con ello el SL-TF-206 que sigue ascendiendo por nuestra izquierda.

Al fondo Montaña de Tejina.

Dicho camino empieza llaneando, con firme compacto junto a una tubería de agua y bordeando un muro de piedra seca que sirve aún para delimitar su recorrido; después de cruzar una pequeña vaguada, asciende empedrado y zigzagueante entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Cornicales (Periploca laevigata), Inciensos (Artemisia thuscula) y Matorriscos (Lavandula canariensis). Más adelante vuelve a llanear durante un pequeño tramo y se dirige algo perdido junto a un estanque de agua y entre abundante vegetación hacia unas huertas de cultivo que se ven abancaladas a lo lejos; luego sigue, entre Magarzas (Argyranthemum foeniculaceum), Gamonas (Asphodelus ramosus) y Vinagreras (Rumex lunaria), bordeando por la parte superior de dicha finca y avanzando hasta encontrarnos con una pista agrícola cementada.

 


Una vez en dicha pista, continuaremos en ascenso por la misma hasta encontrar de nuevo el camino original que discurre junto a una canalización de agua y que asciende luego por un empedrado muy bien conservado que va avanzando circundado de un muro de piedra seca, por el costado de un barranquillo donde hay plantados algunos Almendros e Higueras en unos bancales. Este tramo termina en otra pista agrícola de cemento por la que tendremos que ir hacia la derecha, para enseguida conectar con la pista de acceso a El Jaral que está asfaltada. Una vez aquí seguiremos en ascenso por la calle de la derecha que se dirige en busca del centro urbano del caserío, no sin antes pararnos en la primera curva para disfrutar del paisaje panorámico hacia la costa y hacia el profundo Barranco del Pozo y lo haremos hasta conectar con la Calle Niágara, donde se encuentra un panel informativo y varias señales de dirección de los senderos con los cuales podemos conectar, el PR-TF-69 que conecta el Caserío de Chío con el de Vera de Erques y la variante PR-TF-70.1, así como el SL-TF-206 que se dirige hacia Guía de Isora y que será por el que nos regiremos de nuevo a partir de este punto.

Señalización de senderos homologados en El Jaral.

Haremos un recorrido semiurbano por la Calle Santiago Apóstol hasta conectar con la Calle Maderas de Abajo, donde veremos otro panel informativo, esta vez perteneciente al SL; seguimos en suave descenso hasta que termine el asfalto abandonando el caserío y dándole la espalda a la Montaña de Tejina (1057 m.) conectando luego con un estrecho sendero que discurre con firme inestable y llaneando por el Lomo Herrero hasta encontrar una bifurcación en el Morro de la Cruz; será el momento de abandonar el SL-TF-206 y tomar a la derecha remontando por dicha lomada donde hay plantadas tres viejas cruces de madera.

 Abandonando El Jaral.


El camino lo marca un murete de piedra seca que progresa en ascenso por firme muy pedregoso y acompañado de una tubería de hierro; en pocos metros nos fijaremos en unas marcas blancas que se desvían de dicho camino y que nos van guiando hacia el cauce del Barranco de Rodrigo; al principio hay que estar atento a un paso estrecho y vertical entre grandes rocas, pero luego encontraremos una senda estrecha y algo expuesta que va discurriendo bajo un andén rocoso, en continuo y suave descenso, entre Malpicas (Carlina salicifolia), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Matorriscos (Lavandula canariensis), alguna Gamona (Asphodelus ramosus) y una población muy extensa y vistosa de Tabaibas Majoreras (Euphorbia antropurpurea).

Cruzando el Barranco Rodrigo.


Población de Tabaibas majoreras en el
Barranco Rodrigo.

 

A medida que nos acercamos al propio cauce del barranco, nos encontraremos algunos pasos más resbaladizos y estrechos donde hay que extremar las precauciones; ya en el cauce del mismo hay unas viejas paredes abancaladas que conformaban unas huertas y donde hay plantados unos Almendreros e Higueras que nos darán sombra y refugio para un buen descanso. 

Almendros en el cauce del barranco.

Pasos expuestos y escalonados.

El ascenso empieza en el cauce algo precario e inestable entre un caos de rocas y tiene luego algunos pasos por los cuales remontaremos mediante escalones de piedra colocados a propósito y resguardados por grandes ejemplares de Pencones (Opuntia maxima); luego hay un trecho más llevadero y casi llano que da paso de nuevo a otro corto remonte escalonado y marcado por una flecha de color blanco que nos guía sin perder el rumbo de la senda.

 
Marcas en el camino de ascenso.

  
Pila de lavar en Casa Ramallo (d).
  
Matorriscos y Bejeques en Casa Ramallo.

Llegaremos poco después a la Hoya de Ramallo por donde discurre el sendero muy pedregoso y zigzagueante que asciende suavemente entre Matorriscos (Lavandula canariensis), Verodes (Kleinia neriifolia), Bejeques (Aeonium arboreum), Cornicales (Periploca laevigata), Jaguarzos (Cistus monspeliensis), etc; para después cruzar una pequeña vaguada donde nace un solitario Pino Canario (Pinus canariensis) y luego, entre algunas viejas huertas abancaladas, sigue discurriendo en ascenso y sinuoso para llegar poco después a Casa Ramallo, una edificación de piedra abandonada y semiderruida con elementos de interés etnográfico a su alrededor como una era, un aljibe y una pila de lavar, así como una estancia anexa que se usaba como pajar; es un lugar ideal rodeado de vistosos Matorriscos (Lavandula canariensis) para un largo descanso disfrutando de las maravillosas vistas panorámicas de todo el valle. 

Casa Ramallo.

De vuelta al camino, iremos entre huertas invadidas de Matorriscos (Lavandula canariensis) y Malpicas (Carlina salicifolia) en dirección a cruzar el Barranco de Ramallo por una evidente vereda con firme compacto y fuertemente cimentada con material rocoso, que discurre entre Bejeques (Aeonium arboreum), Cerrajones Arbóreos (Sonchus canariensis), Jaguarzos (Cistus monspeliensis) y Vinagreras (Rumex lunaria); luego, por la vertiente contraria, ascenderemos gradualmente acompañados de algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) que crecen en la ladera contigua. 

 
Sendero cruzando el Bco. Ramallo 
regresando a Chirche.

Otro elemento etnográfico fuera del camino.

Veremos una bifurcación hacia la derecha que se desvía del camino que vamos andando que se dirige por la Hoya de Aripe hacia otra vieja casa en ruinas donde también hay otra era y diversos elementos etnográficos y luego conecta con un antiguo camino casi perdido que termina en el Camino Chirchero, por donde discurre el PR-TF-69 y PR-TF-70. 



Ignorada esta senda, seguimos de frente por un tramo recto que transcurre en descenso bajo un andén rocoso y con firme pedregoso, donde podremos pisar ocasionalmente algunos trozos que se conservan empedrados; luego bordea varias lomas y marcha cruzando diversos barranquillos, donde es posible observar tramos más largos empedrados y muretes de piedra seca en los cauces de los mismos a modo de bancales, llamados nateros que se usaban para cultivar todo tipo de productos agrícolas.


 
Empedrado cerca de La Asomadita.

En el Lomo de la Cruz asciende empedrado hasta conectar con el camino ancho que recorrimos al principio, y ascenderemos desandando el camino que hicimos al comienzo, pasando por la casa aislada que se encuentra situada en La Asomadita y llegando de nuevo al Caserío de Chirche, antes cruzando el Barranco de Chirche y haciendo un recorrido urbano entre las viviendas de la aldea hasta terminar en la plaza principal, donde iniciamos la ruta.

Regresando a Chirche.


© Texto y Fotografías de Francisco Fariña
    francisco_farina@yahoo.es  


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