viernes, 3 de octubre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO 2014 - MELIDE - ARZÚA


CAMINO DE SANTIAGO
2014
MELIDE - ARZÚA

PRÓLOGO:
 
Nos dio mucha pena irnos de Melide, sobre todo por no volver a comer uno de los mejores pulpos a la gallega que hemos probado, y también por dejar una ciudad que desprendía alegría y bullicio ya que el ambiente peregrino que se respiraba en cada rincón era patente. También sentimos dejar la pensión, que tiene el ascensor más pequeño del mundo, porque el trato de sus dueños fue tal que se desvivieron por hacernos una sabrosa ensalada y una reconfortante sopa a las tantas de la noche sin poner ningún impedimento; a la hora de pagar vimos como una botella de Ron Arehucas nos llamó la atención en el bar entre tantas otras, una simple anécdota.
Había que seguir el Camino, estábamos ya habituados y concienciados de lo que hacíamos, cada vez estábamos más a gusto y la compenetración de todos y cada uno de nosotros era perfecta.

 
Rúa Principal, saliendo de Melide.
 
DESCRIPCIÓN:

El desayuno en el restaurante del Hotel Xaneiro fue muy nutritivo, a base de un sabroso pan gallego con mantequilla y mermelada y un buen tazón de café con leche, después de haber bajado los bártulos en un mini ascensor que trajo mucha cola en cuanto a risas se refiere. 

 
Iglesia del Carmen.
 

Partimos por la Avenida de la Habana en dirección a la Capilla de San Roque, callejeando hasta Rúa Principal, por donde discurre el Camino de Santiago; Una suave subida nos lleva hasta el cementerio, donde está la Iglesia del Carmen y un espacio abierto a la ciudad que hace de mirador natural de la misma. Luego un descenso por un camino de gravilla nos deja en una carretera de asfalto, de la cual nos desviaremos más adelante hacia la derecha, donde está la Iglesia románica de Santa María de Melide, del siglo XII, junto a un cruceiro y un pequeño entorno de casitas de piedra.


 

 
Mas adelante sigue una pista de tierra entre verdes prados donde podremos ver ocasionalmente algunos rebaños de vacas pastando en los mismos; luego se introduce el Camino por una pista mixta que combina tierra, grava y asfalto, junto a unos lavaderos y que discurre bajo una frondosa arboleda. Cruzaremos luego el Río Raído por una pasarela de piedra, donde descansa un curioso personaje que con la excusa de ponerte un sello en la credencial te cuenta una serie de historias difíciles de creer, solo para que le dejes unas monedas y subsistir de esa manera.
 
Pasarela sobre el Río Raído (d).
 
 
 
Luego volveremos a encontrarnos con una carretera nacional, por donde iremos un corto tramo paralelo a la misma y después llanearemos por una pista de tierra donde suele haber un puesto de avituallamiento con productos para el peregrino, si te sirves algo hay una hucha donde poner la “voluntad”, por lo visto el dueño se fía del buen carácter de la gente. Nos dirigimos hacia Boente da Riba por una pista junto a diversas casas de campo aisladas y multitud de hórreos hasta llegar de nuevo a la carretera, en Boente da Baixo, donde hay una fuente pública, la Fuente de la Saleta y un cruceiro; al otro lado de la misma se encuentra la Iglesia de Santiago donde sellamos la credencial; estuvimos un buen rato observando las estampitas religiosas que la encargada del lugar tenía en la Sacristía.
 

 

Fuente de La Saleta en Boente da Baixo.
 
Iglesia de Santiago en Boente da Baixo.

 
 Ganado junto al Camino, una imagen muy usual.
  

Salimos del pueblo para luego cruzar la autovía y caminar más adelante junto a ella y desviarnos después a la izquierda por una constante subida que haremos por un pasillo de tierra junto a una calle asfaltada perteneciente a la aldea de Castañeda. Continuaremos por firme asfaltado por una calle estrecha, casi en línea recta y cruzando minúsculas aldeas hasta llegar de nuevo a una autovía, la cual cruzaremos por un puente; luego por una pista de tierra estrecha y con restos de empedrado llegaremos a Rivadiso, y entraremos por un puente medieval junto al albergue, un lugar mágico y fantástico, de esos de donde no te dan ganas de irte y donde poder refrescar los pies en las frescas aguas del Río Iso; el albergue consta de un complejo de varias casas de piedra donde están distribuidas las diferentes instalaciones, incluido un bar restaurante para reponer fuerzas.
 
 
Entrando a Rivadiso.
 
Puente medieval sobre el Río Iso.
 
Albergue de Rivadiso.
 
 
  

Para finalizar esta etapa nos espera aún una cansada subida muy monótona por asfalto, caminando junto a la carretera y luego yendo por una ancha acera que se introduce poco a poco en el núcleo urbano de Arzúa; por la Avenida de Lugo buscaremos nuestro alojamiento, que se encuentra justo en una bifurcación por donde tendremos que seguir al día siguiente. El Hostal Casa Teodora es un alojamiento muy cómodo con habitaciones no muy amplias pero si muy limpias y cuidadas; sus ventanas tienen unas preciosas vistas del paisaje gallego y dan hacia el Camino de Santiago.
 


Nada más llegar y alojarnos, recorrimos un buen tramo de la misma calle en sentido contrario para buscar un sitio donde comer, no fuimos muy exigentes, solo teníamos hambre, por lo tanto nos conformábamos con algún plato ligero, como pasta y algún combinado. Por la tarde y después de un placentero descanso, recorrimos la avenida principal en busca de la Iglesia Parroquial de Santiago, ya había terminado la misa para los peregrinos, pero pudimos visitarla y sellar la credencial; cerca se encuentra la Capilla de la Madalena, un pequeño convento del siglo XIV remodelado como espacio cultural.
 
Paisaje típicamente gallego.

Mas tarde dimos una vuelta por la plaza y sus aledaños y después de una entretenida conversación, cenamos algo sencillo en la terraza de uno de los numerosos bares y restaurantes que tiene la ciudad; a la cama y quedar de nuevo a las 7:30 de la mañana porque nos espera otra etapa de más de 20 Km.

Imagen de Santiago en la Iglesia
de Arzúa.
 

© Fotografías de Francisco Fariña

 

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