jueves, 18 de septiembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO 2014 - PORTOMARÍN - PALAS DE REI


CAMINO DE SANTIAGO
2014
PORTOMARÍN - PALAS DE REI

PRÓLOGO:


Pensión Portomiño en Portomarín,
iniciando la etapa.
Segunda etapa y ya somos casi expertos en el Camino, estamos perfectamente adaptados al lugar y ya sabemos lo que estamos haciendo y donde nos encontramos. Acometemos esta segunda jornada con muchas ganas, salimos del hotel, desayunamos en el mismo a base de Croissant o tostadas con mantequilla y mermelada, manjares de Dioses que nos tendrán a tono durante unas cuantas horas; cruzamos la ciudad de Portomarín llegando a la plaza principal por donde pasa el Camino, hacemos unas fotos con una imagen de Santiago señalando la ruta y empezamos a caminar para dirigirnos a Palas de Rei, final de nuestra segunda etapa cuando lleguemos.


En la plaza principal de Portomarín, antes de partir.

DESCRIPCIÓN:


Camino de Santiago a su paso por
Portomarin.

Temprano quedamos para empezar la jornada, sobre las 7:30 de la mañana nos dirigimos a desayunar al Bar-Restaurante del mismo hostal; después fuimos a la plaza principal y desde allí comenzamos a caminar por la Rúa Fraga Iribarne, una de las calles principales del pueblo, no sin antes entrar a un supermercado para abastecernos de agua y algunas otras cosillas. El camino nos lleva a salir del núcleo urbano cruzando un puente sobre un pequeño afluente del Río Miño, abandonándolo luego por la derecha y ascender bajo un frondoso bosque por el Monte de San Antonio; cuando hayamos empezado a llanear, será junto a la carretera y después de haber dejado detrás una fábrica de ladrillos; cruzaremos la misma varias veces hasta que un desvío a la izquierda nos hará ascender suavemente por un camino pedregoso donde podremos observar, junto a una casa de piedra, un precioso Hórreo coronado con una cruz, que sobresale notoriamente sobre el muro de piedra que delimita el camino. Continúa luego paralelo a la carretera, aunque con cierta independencia de la misma; después pasamos junto a un área de descanso que invita a una parada para refrescarnos.

Río Miño, saliendo de Portomarín (i).

Camino al borde de la carretera.

Hórreo junto al camino (i).

Seguimos por un corredor de tierra paralelo a la misma carretera, lo cual se hace un poco incómodo por la cercanía dela misma, hasta llegar a la aldea de Gonzar, donde hacemos una parada en el Bar Descanso del Peregrino para sellar la credencial y respirar un poco del fuerte calor que nos está acompañando durante toda la ruta.

Una parada en el Bar Descanso
del Peregrino.

Unos metros más adelante, el Camino se desvía a la izquierda por una pista asfaltada que se dirige a la aldea de Castromaior, pasando junto a las pintorescas casitas hechas de muros de piedra y tejados de pizarra, al igual que su pequeña Iglesia del siglo XVI, la Iglesia de Castromaior. Al abandonar la aldea, nos espera una larga subida asfaltada bastante exigente que nos deja después de unos 700 metros, de nuevo en un camino pedregoso paralelo a la carretera y junto a una enorme huerta plantada de maíz. Volveremos a bordear la carretera y la cruzaremos dos veces para llegar a la aldea de O Hospital, donde hay un bar para sellar la credencial; luego tendremos que cruzar un puente sobre la autovía y la señalización nos irá llevando hacia un ascenso entre huertas cultivadas que se dirige al minúsculo caserío de Ventas de Narón, donde hay una zona de descanso, una pequeña capilla donde poder sellar la credencial y una fuente pública de agua. 

Cerca de Castromaior.

Una subida interminable después de Castromaior.




Capilla y área de descanso en Ventas de Narón.

Al salir de la aldea, iremos prácticamente llaneando por un pasillo habilitado junto a una carretera asfaltada, bajo un bosque poco frondoso de eucaliptus y grandes espacios verdes; llegaremos más tarde a O Lameiros, donde veremos el Cruceiro de Lameiros, levantado en 1670 y lleno de símbolos religiosos que hacen referencia al Descendimiento de Cristo; por supuesto nos hicimos una foto para nuestro archivo y para dar fe de nuestro paso por tan relevante lugar. 

Cruceiro de Lameiros.

Al poco tiempo llegamos al núcleo urbano de Ligonde, uno de los pueblos más grandes que hemos encontrado y donde nos da la bienvenida un precioso Hórreo; vamos atravesando la aldea donde encontramos una zona de encuentro de peregrinos. A la salida del pueblo iremos a la izquierda por un sendero entre muretes de piedra que cruza un pequeño riachuelo, luego podremos desviarnos opcionalmente unos metros a la izquierda, donde está el Cruceiro de Airexe, para visitar la Iglesia de Airexe, de estilo neoclásico y portada románica, con su característico camposanto adosado. Al final de la aldea hay un albergue y un bar con una terraza muy agradable para darnos un homenaje al cuerpo, nos comimos un gran bocadillo de atún o jamón con tomate y una refrescante Estrella Galicia, el establecimiento se llama Conde de Waldemar.

Aldea de Ligonde.


Iglesia de Airexe (d).

Hora de reponer fuerzas.

Después y con el estómago lleno, el inicio del camino se hace algo pesado porque nos espera una monótona travesía por asfalto, con algunos remontes antipáticos, aunque las panorámicas de grandes terrenos cultivados y amplios espacios verdes nos hacen un poco más alegre el Camino. Una bajada que se agradece, nos acerca a la aldea de Portos, donde nos hacemos unas fotos con unas gigantescas hormigas en la agradable terraza de un bar; sigue luego el asfalto hasta Lestedo, preciosa aldea donde nos reciben unos antiguos lavaderos, la Iglesia de Santiago con un bonito cruceiro y donde curiosamente las lápidas del cementerio están situadas al borde de la carretera, también el Rectoral de Lestedo, antiguo hospital de peregrinos hoy convertido en alojamiento rural.

Llegando a Portos (d).



Continúa el Camino, por una pasarela de tierra junto a la carretera y sigue así pasando por minúsculas aldeas, como Os Valos, A Brea y O Rosario; en esta última giraremos a la izquierda, desviándonos de la carretera y caminando por un sendero empedrado que discurre llano y pasa luego junto a un albergue de peregrinos y más adelante desemboca en otra carretera, por la cual iremos hacia la derecha, pasando junto a la Iglesia de San Tirso y llegando al centro urbano de Palas de Rei. 




Una vez en el pueblo nos apresuramos a buscar el hospedaje desorientándonos un poco; perdimos la traza original del Camino y decidimos tomar la Avenida de Compostela donde se encontraba la Pensión Ponterroxán, teniendo que hacer una travesía algo larga hasta dar con el alojamiento reservado que estaba situado a las afueras. Llegamos al hotel muy cansados y decidimos descansar unas horas para luego cenar y coger fuerzas para el día siguiente, no pudiendo visitar el pueblo; la cena fue ligera y en el mismo restaurante de la pensión porque no teníamos ganas de retroceder por lo menos 1,5 Km hasta el casco urbano; de todas maneras el lugar era agradable y en el exterior, basta con estar en buena compañía para restarle importancia a la comida.


Pensión Ponterroxán.



© Fotografías de Francisco Fariña y Javier López



No hay comentarios:

Publicar un comentario